España sigue con preocupación los acontecimientos en Nepal, que han provocado la muerte de una veintena de personas en los graves disturbios y la destrucción de edificios públicos, como la sede del Parlamento en Katmandú. España trasmite sus condolencias a los familiares y allegados de las víctimas y su deseo de pronta recuperación de los heridos, y pide una investigación de los incidentes.
El Gobierno de España llama a la contención y al diálogo entre los actores políticos y sociales que evite una escalada de la violencia, garantice el pleno respeto de los derechos fundamentales y dé respuesta a las aspiraciones legítimas de la población.