La pinacoteca se encuentra en las dependencias anexas a la iglesia, accesibles desde el presbiterio. Ocupa la galería del antiguo claustro, la antesacristía, la sacristía y la sala capitular, formando un recorrido único por el arte religioso español.
Colección de pintura religiosa
En la galería que rodea el ábside se conserva una importante colección de cuadros de temática religiosa, procedentes de la Obra Pía o en depósito del Museo del Prado.
Gran parte de las obras narran episodios y milagros de San Francisco de Asís, pintados por reconocidos artistas como José Camarón Bonanat, Zacarías González Velázquez, Antonio Carnicero y Manuel de la Cruz Vázquez.
La antesacristía y la sacristía
El techo de la antesacristía luce una alegoría de El Triunfo de la Iglesia, obra de Marcelo Contreras.
En esta estancia y en la sacristía destaca la sillería de madera de nogal. La bóveda de la sacristía presenta un medallón central con la Coronación de la Virgen, también de Contreras, acompañado por escenas como:
- Aparición del Niño Jesús a San Francisco, de Francisco Javier Amérigo
- Un episodio de la vida de San Francisco, igualmente de Contreras
La sala capitular y las grandes obras maestras
La sala capitular alberga obras maestras en depósito del Museo del Prado, entre ellas:
- La Estigmatización de San Francisco, de Alonso Cano
- San Antonio de Padua, de Alonso Cano
- San Buenaventura, de Francisco de Zurbarán
En esta zona destacan también las puertas talladas con tableros procedentes de El Paular.
Obras destacadas de la pinacoteca
La capa de Carlos III
Además de su imponente arquitectura y su valiosa pinacoteca, la Real Basílica de San Francisco el Grande conserva piezas singulares que forman parte de su patrimonio histórico y cultural. Entre ellas destacan la capa pluvial de Carlos III, símbolo del arte textil.
Esta capa ceremonial perteneció al rey Carlos III, gran impulsor de la construcción de la basílica y protagonista de su inauguración en 1784. Confeccionada con tejidos nobles y bordados finos, refleja el gusto y la etiqueta de la corte borbónica del siglo XVIII.
Se trata de una pieza única que conecta de forma directa la historia del templo con la monarquía española y la figura de un monarca conocido como el “mejor alcalde de Madrid”.
El órgano Cavaillé-Coll
Construido en 1883 por Aristide Cavaillé-Coll, el órgano es un ejemplar puro del órgano sinfónico francés típico del siglo XIX. Destaca por su calidad sonora, su excelente estado de conservación (gracias a restauraciones en 1943 y 2009) y su mantenimiento continuado.
Este instrumento es ideal para la música romántica francesa y, aunque no especializado en barroco, ha servido para interpretaciones históricas de Bach.
Ha sido un protagonista musical destacado de la Basílica, con hitos como el funeral de Alfonso XII en 1885, la interpretación de Camille Saint-Saëns en 1897, y recientes ciclos de conciertos de órgano que mantienen viva esta tradición.
Disposición técnica: Dos teclados de 56 notas y pedal de 30 notas con registros diversos y mecanismos complejos diseñados para gran expresividad sonora.