Conversamos con la arquitecta y artista visual Elena Rocabert
, que ha desarrollado el proyecto “Frequency Debris” durante su residencia artística con el colectivo independiente Never At Home
en Viena. La residencia fue comisariada por Carmen Lael Hines
y se desarrolló en paralelo a la exposición “My Body is a Temple”
, también bajo su curaduría, presentada en la histórica Funkhaus
y apoyada por esta Embajada a través del programa de Diplomacia Científica, Tecnológica e Innovación.
Never At Home es un colectivo independiente con sede en Viena que apoya prácticas artísticas contemporáneas mediante residencias, exposiciones y eventos culturales. Fundado en 2021, activa espacios temporales por toda la ciudad y promueve el trabajo transdisciplinar entre arte, tecnología, performance, diseño y pensamiento crítico.
Elena Rocabert (Madrid, 1994) es una artista multidisciplinar que trabaja entre la escultura, la instalación y la intervención espacial. Ha desarrollado proyectos en Berlín, Madrid y Valencia, y colaborado con estudios como los de Tomás Saraceno
, Olafur Eliasson
y Julius von Bismarck
. Su trabajo se caracteriza por abordar la materialidad desde una dimensión política y especulativa, incorporando referencias a la arquitectura, la ecología, la tecnología y la filosofía contemporánea.
En “Frequency Debris”, Rocabert cristaliza muchas de las líneas de trabajo que han definido su trayectoria: la escucha atenta del contexto, la relectura crítica de las infraestructuras urbanas y la voluntad de reactivar tecnologías obsoletas para proponer nuevas formas de percepción. “Trabajar en la Funkhaus fue una oportunidad para reflexionar sobre este espacio no solo a nivel arquitectónico, sino también acústico, estructural y simbólico: la Funkhaus se inaugura durante el III Reich y se convierte en un icono de poder y control. (...) Empecé a recolectar antenas de segunda mano por toda Viena. Me interesaba trabajar con estos objetos porque me gusta desplazar elementos estandarizados y repensar su uso y su significado. Creo que las antenas funcionan como iconos de poder. La información es una herramienta de control, y trabajar con ellas desde esa perspectiva me parecía un punto de partida muy jugoso.”
En la entrevista completa, Rocabert también reflexiona sobre su formación como arquitecta, su experiencia en Berlín y en Viena, la dimensión relacional de su obra, la colaboración con otros agentes culturales y las condiciones que permiten (o dificultan) el desarrollo de una carrera artística. Disponible en español e inglés en los siguientes enlaces:
De izquierda a derecha: María Luisa Marteles (por entonces consejera de Cultura y Ciencia de la Embajada de España en Austria), Aurora Mejía (embajadora de España en Austria), Elena Rocabert y Carmen Lael Hines (curadora de “Frequency Debris”).
Foto del banner: Elena colocando una de las piezas de “Frequency Debris”, por Nacho Errando 