Durante mayo y hasta el 4 de junio, el histórico Filmarchiv Austria acogió esta muestra
organizada con el apoyo de esta Embajada— que ofreció una mirada crítica, plural y profundamente política sobre el proceso de democratización vivido en España tras la muerte del dictador Francisco Franco. Por primera vez en Austria, se presentaron varias joyas del cine español, algunas proyectadas en copias originales de 35mm.
Palabras de la embajadora y asistencia de representaciones diplomáticas
La inauguración contó con la presencia de la embajadora de España en Austria, Aurora Mejía, quien junto al programador de Metro Kinokulturhaus, Florian Widdeger, y la curadora de este ciclo Maria Giovanna Vagenas, dedicó al público unas palabras que subrayaron la importancia histórica, cultural y social del proyecto. La embajadora destacó que el ciclo “celebraba memoria, libertad y transformación", enfatizando que la democracia “no es un regalo, sino una conquista que debemos cuidar cada día". Al acto, en el que se proyectó “Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón" (1980, Pedro Almodóvar), asistió también Marlene Ropac, presidenta de Filmarchiv, así como miembros de otras misiones diplomáticas, reflejando el interés internacional por esta iniciativa cultural.
Cine como espejo de una transformación social
Durante los años posteriores a la dictadura, España vivió una acelerada transformación política, social y cultural. La Transición (1976–1987) marcó el fin de una era represiva y el inicio de una explosión de libertad, creatividad y cuestionamiento de las normas establecidas. Esta muestra propuso redescubrir una época crucial en la historia reciente de España a través de un cine libre, provocador e insistentemente diverso.
Desde la mirada feminista de pioneras como Pilar Miró o Josefina Molina, hasta la irreverencia colorista de los primeros trabajos de Pedro Almodóvar, la programación articuló un retrato complejo de una sociedad en plena ebullición. El ciclo incluyó también obras clave del cine quinqui —como las de Eloy de la Iglesia y José Antonio de la Loma—, que reflejaron con crudeza la marginalidad urbana, la drogadicción y la violencia juvenil de la época, así como películas experimentales y documentales audaces como “Ocaña, retrato intermitente" (1978, Ventura Pons) o “El desencanto" (1976, Jaime Chávarri), que revelaron la potencia disruptiva del cine como forma de memoria y denuncia.
El 3 de junio se realizó una proyección especial de “El Pico" (1983, Eloy de la Iglesia), presentada por Carlos Barea, autor del ensayo colectivo “Eloy de la Iglesia. El placer oculto del cine español"
Carlos destacó la importancia del cineasta vasco, un cronista de su época “que dirigió el objetivo de su cámara hacia los marginados que nadie quería ver y los convirtió en sus protagonistas".
Movida Madrileña, cine quinqui y disidencias
La muestra ofreció un recorrido por las tensiones, esperanzas y contradicciones que marcaron la Transición. Frente al entusiasmo hedonista y rebelde de la Movida Madrileña —encarnada por figuras como Almodóvar o el cineasta experimental Iván Zulueta, del que pudimos ver “Arrebato" (1979) y una recopilación de películas caseras en Super8 recientemente recuperadas por la Filmoteca Española
, emergió también una vertiente más oscura: la de los barrios periféricos, la criminalización de los cuerpos jóvenes y el abandono institucional.
Esta diversidad de enfoques convirtió el ciclo en un testimonio valioso de una España plural, agitada por el deseo de cambio, pero también marcada por desigualdades persistentes. La curaduría de Maria Giovanna Vagenas apostó por visibilizar estas múltiples narrativas, con especial atención a la representación de género, las sexualidades disidentes y la resistencia política.
Un cine urgente para nuestro presente
Casi cinco décadas después de aquellos años de apertura, los filmes de la Transición continúan interpelando al espectador contemporáneo. La lucha por los derechos, la libertad de expresión, la visibilidad de los cuerpos no normativos y la crítica a las estructuras de poder son temas que siguen resonando hoy. Esta retrospectiva permitió (re)descubrir una etapa apasionante de la historia del cine español, a la vez que lanzó un poderoso mensaje: el cine puede ser un acto de deseo, memoria y resistencia.
*Fotografías:
-Banner: Will More en Arrebato (1979, Iván Zulueta).
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Programación completa de Ausbrechen – Aufbrechen: Das spanische Kino der Transición: 1976–1987, con un fotograma de Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980, Pedro Almodóvar).
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De
izquierda a derecha: Marlene Ropac (presidenta de Filmarchiv), la embajadora
Aurora Mejía, Maria Giovanna Vaguenas (curadora de la retrospectiva) y Florian
Widegger (programador de Filmarchiv).