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Historia de la OIL

​La Oficina de Interpretación de Lenguas (OIL), originalmente conocida como Secretaría de Interpretación de Lenguas, fue establecida en 1527 por el emperador Carlos V como órgano auxiliar del Consejo de Estado. Su creación respondió a la necesidad de gestionar la creciente correspondencia diplomática y administrativa de la Monarquía Hispánica, que abarcaba múltiples territorios y lenguas.

En sus inicios, la Secretaría se especializó en la traducción de documentos procedentes de los Consejos y de la Cancillería de la Monarquía. Las primeras lenguas que se tradujeron incluyeron el turco, árabe, siríaco, persa, toscano, alemán, francés, latín, hebreo, arameo y portugués. En 1840, la Oficina fue adscrita al entonces Ministerio de Estado, consolidando su papel dentro de la estructura gubernamental. En 1970 la OIL pasa a formar parte de la Secretaría General Técnica del Ministerio, estando compuesta por miembros del Cuerpo de Traductores e Intérpretes del Estado, quienes acceden mediante oposición. 

En lo que a su dirección se refiere, la Oficina ha contado con destacados profesionales, como Felipe Samaniego y Leandro Fernández de Moratín.

En la actualidad, la Oficina sigue desempeñando funciones esenciales, como la traducción de tratados y convenios internacionales, la interpretación en actos oficiales y la tramitación de los títulos de traductor jurado e intérprete jurado.

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La Oficina de Interpretación de Lenguas se encarga de la interpretación en actos oficiales del Ministerio​​






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