La migración es un fenómeno inherente al ser humano y, por tanto, a la sociedad internacional. La evolución demográfica y geoestratégica de las diversas regiones a nivel global ha hecho que las migraciones se hayan consolidado como uno de los principales vectores de desarrollo socioeconómico y de las relaciones entre los Estados.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) calcula que en 2020, último dato disponible, había aproximadamente 281 millones de migrantes internacionales, un 3,5% de la población mundial. Por otra parte, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estima en más de 122 millones las personas desplazadas por la fuerza en el mundo, entre ellas 38 millones de refugiados y 72 millones de desplazados internos.
Por todo ello, a lo largo de los últimos años, la Unión Europea y las Naciones Unidas han situado las migraciones en el centro de su atención y han desarrollado una arquitectura institucional y jurídica para afrontar los flujos migratorios de manera concertada, eficiente y con los derechos humanos como eje con el fin de conseguir una migración segura, ordenada y regular.
El ministro Albares, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en foto de familia con los participantes en el sexto Diálogo Euro-africano sobre Migración y Desarrollo, Celebrado en Cádiz. EFE
¿Cómo participa España?
Ámbito internacional
España impulsa una política migratoria solidaria y eficaz, participa activamente en los foros migratorios internacionales y hace suya la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, cuya meta número 7 del décimo objetivo aboga por “facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas, incluso mediante la aplicación de políticas migratorias planificadas y bien gestionadas”.
En el marco de Naciones Unidas, es especialmente significativa la senda marcada por el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular, del que España es parte. Desde su aprobación en 2018, los Estados firmantes realizan con una periodicidad cuatrienal informes de seguimiento del Pacto, con la intención de evaluar cómo se implementa y de identificar aspectos de mejora. Además, los Estados pueden participar voluntariamente en revisiones regionales intermedias, que pretenden dar continuidad al ejercicio. España ha tomado parte en todas ellas, involucrando siempre a la sociedad civil y a los distintos niveles de la Administración y aplicando plenamente los enfoques whole‑of‑society y whole‑of‑government que propugna el Pacto. Asimismo, España copresidió la revisión de la región UNECE en mayo de 2024.
Por otro lado, España está firmemente comprometida con el multilateralismo en la gestión de la migración, sobre la base del respeto a los derechos humanos, la cooperación internacional y la búsqueda de soluciones sostenibles. En este sentido, colabora con las principales agencias migratorias de las Naciones Unidas —la OIM y el ACNUR— apoyando sus iniciativas para la protección de migrantes y refugiados, la promoción de vías seguras y ordenadas de migración y el fortalecimiento de la gobernanza migratoria global. De igual modo, despliega su actividad en otras instancias multilaterales, tales como el Foro Mundial para la Migración y el Desarrollo (GFMD, por sus siglas en inglés), que contribuye al diálogo internacional sobre políticas migratorias sostenibles e inclusivas. A través de estos espacios, España reafirma su compromiso con una gobernanza migratoria eficaz y con la promoción de soluciones sostenibles coordinadas a nivel global.
En el plano bilateral, España colabora con las autoridades de los países de origen y tránsito, tanto iberoamericanos como aquellos situados en las rutas migratorias del Atlántico y el Mediterráneo occidental en un marco de diálogo amplio basado en el interés mutuo. Ofrece apoyo técnico y desarrolla un esfuerzo sostenido de capacitación institucional, siempre desde un enfoque de ruta centrado en la prevención y lucha contra la migración irregular y de creación de vías legales, ordenadas y seguras para la movilidad laboral.
Unión Europea
Los diálogos regionales migratorios de la Unión Europea con terceros Estados constituyen instrumentos valiosos para abordar el fenómeno migratorio con enfoque de ruta. Entre ellos, destacan:
- El proceso de Rabat (cofundado por España en 2006).
- El proceso de Jartum (2014).
Ambos establecidos a modo de plataformas de diálogo migratorio interregional entre la UE y sus Estados Miembros y países socios africanos y la CEDEAO. En la última Conferencia Ministerial del Proceso de Rabat, celebrada en nuestro país en diciembre de 2022, se aprobaron la Declaración Ministerial y el Plan de Acción de Cádiz, que establecen una hoja de ruta para avanzar en los objetivos ya mencionados.
Los dos Procesos se armonizan en la Cumbre de La Valeta de 2015, en la cual se adopta un Plan de Acción Conjunto que incluye cinco pilares para una gestión integral de la migración:
- Beneficios de la migración para el desarrollo.
- Lucha contra las causas profundas de la migración.
- Migración legal y movilidad.
- Protección y asilo.
- Lucha contra la migración irregular, el tráfico de migrantes y la trata de seres humanos.
En el marco de estos Procesos, así como en los de Praga y Budapest, se desarrollan numerosas reuniones temáticas, talleres de expertos y encuentros sobre mejores prácticas en gestión migratoria.
España colabora igualmente en el marco de la Unión Europea con instituciones clave en el terreno migratorio como Frontex (la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas), creada en 2004, y la AAUE (Agencia de Asilo de la Unión Europea), creada en 2010.
La Unión Europea aprobó una Agenda Europea para la Migración en 2015 y durante la Presidencia española de la UE, en el segundo semestre de 2023, se logró el acuerdo político para el Pacto Europeo de Migración y Asilo, adoptado en mayo de 2024. El Pacto establece nuevas normas y procedimientos comunes para asegurar flujos migratorios regulares, ordenados y seguros sobre la base de un equilibrio entre solidaridad y responsabilidad. En junio de 2024 comenzó un proceso de implementación que concluirá dos años más tarde.
Participantes en el sexto Diálogo Euro-africano sobre Migración y Desarrollo, celebrado en Cádiz y presidido por el ministro Albares, y acompañado por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. EFE