El Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación continúa consolidando su política de cooperación internacional bilateral mediante la firma de nuevas alianzas estratégicas con algunos de sus países socios, en el marco de la nueva Ley de Cooperación para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global. Definida por el ministro, José Manuel Albares, como una nueva normativa que establece un sistema “más eficaz” frente a diversos desafíos, este nuevo modelo de Alianzas presenta el desarrollo sostenible como un proceso compartido multidimensional y no lineal.
Según el ministro, las Alianzas para el Desarrollo Sostenible, traducidas en acuerdos bilaterales con el país socio, “permiten centrar la cooperación en sectores y ámbitos de desarrollo que impulsan políticas públicas inclusivas e innovadoras”.
Firmada el pasado 22 de julio, en el marco de la visita oficial del presidente del Gobierno Pedro Sánchez a Uruguay, la Alianza para el Desarrollo Sostenible Uruguay-España 2025-2029 es la primera alianza estratégica y supone un paso clave en la relación bilateral y en la implementación de la nueva política de cooperación para el desarrollo sostenible de España.
Actualmente, se está ultimando la definición de una nueva Alianza para el Desarrollo Sostenible con Egipto y avanzando en otra con Panamá, reforzando así el enfoque transformador, feminista y multilateral de su política de cooperación, basada en el respeto mutuo entre socios y en el trabajo conjunto para afrontar retos comunes de desarrollo sostenible.
Un proceso colaborativo, inclusivo e innovador
El nuevo instrumento de planificación identifica retos regionales y globales en los que los países pueden alinear sus posiciones. En el caso de la nueva Alianza entre España y Uruguay destaca un convenio en el ámbito de la seguridad y la lucha contra la delincuencia organizada trasnacional, también el fomento de los intercambios culturales entre ambos países.
Las Alianzas son el resultado de un proceso colaborativo en el que los ministerios de Asuntos Exteriores de los distintos países, y sus respectivas agencias de cooperación, trabajan junto a organismos públicos, sociedad civil, universidades y sector privado para avanzar en materia de cooperación más allá de las fórmulas tradicionales.
Los países concernidos aúnan sus esfuerzos con el fin de impulsar bienes públicos globales y regionales y prioridades compartidas como la igualdad, los sistemas de cuidado, el empleo, la cohesión social y la producción sostenible, gracias a la visión conjunta de ambos de potenciar y defender los derechos humanos, el multilateralismo y la democracia.