Incluso las cocinas comunitarias, que han sido un pilar fundamental en la respuesta humanitaria alimentando a civiles en todo el país, han tenido que cerrar debido a la grave escasez de alimentos. El precio de los productos básicos sigue aumentando, dejando a muchas familias incapaces de adquirir incluso los artículos esenciales cuando están disponibles. Esta crisis ha provocado que personas mueran de hambre: en agosto de 2024 se confirmó la hambruna en los campos de desplazados internos (IDP) cerca de El Fasher, que desde entonces se ha extendido y se prevé que se agrave durante la actual temporada de escasez. La situación empeora con el aumento de casos de cólera, que agrava los efectos devastadores de la desnutrición. Según informes, más de 60 personas han muerto por desnutrición solo en la última semana.
Los civiles del norte de Darfur, especialmente mujeres y niñas, han estado expuestos a violaciones atroces, incluyendo tasas alarmantes de violencia sexual relacionada con el conflicto, desde el inicio de las hostilidades en abril de 2023. Los ataques contra infraestructura civil, incluidos mercados y hospitales, han dejado a la población sin acceso a atención médica. Informes recientes arrojan luz sobre violaciones masivas y reiteradas del derecho internacional humanitario perpetradas por las Fuerzas de Apoyo Rápido en el campo de desplazados internos de Zamzam en abril de 2025, donde se estima que más de 1500 civiles fueron asesinados. En El Fasher, se informa que civiles están siendo asesinados mientras intentan abandonar la ciudad. El reciente ataque al campo de desplazados internos de Abu Shouk causó al menos 40 víctimas civiles, según fuentes locales. La Oficina del Fiscal de la Corte Penal Internacional declaró en julio de 2025 que existen motivos razonables para creer que se han cometido y continúan cometiéndose crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad en Darfur.
Condiciones similares a la hambruna y atroces ataques continúan en otras regiones de Sudán, especialmente en Kordofán, debido a las brutales hostilidades en los estados y al asedio persistente de Kadugli.
Esto no puede continuar.
Todas las partes en el conflicto son responsables de la protección de los civiles en Darfur y Kordofán. Tanto las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) como las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) asumieron compromisos claros en la Declaración de Jeddah (mayo de 2023) para respetar el derecho internacional humanitario y los principios fundamentales de los derechos humanos. Instamos a todas las partes a demostrar su cumplimiento con este compromiso garantizando un acceso humanitario inmediato, incondicional, seguro y sin obstáculos a las poblaciones necesitadas, así como protegiendo a los civiles —especialmente a mujeres y niños— y salvaguardando tanto al personal humanitario como a la infraestructura civil en todo momento.
Con este fin, hacemos un llamado específico a las RSF y sus aliados para que detengan el asedio a El Fasher, como se solicitó en la Resolución 2736 (2024) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Instamos a las RSF a conceder una pausa humanitaria para un acceso humanitario rápido, seguro e incondicional a las personas necesitadas y un paso seguro para que los civiles abandonen las áreas de hostilidades activas de manera voluntaria, en la dirección que elijan.
Además, instamos a las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) a renovar su compromiso con esta pausa humanitaria en El Fasher y a otorgar las aprobaciones necesarias para facilitar el trabajo de las organizaciones humanitarias.
Reafirmamos nuestra petición a las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) para que mantengan abierto de manera permanente el punto de cruce fronterizo de Adré para los actores humanitarios, eliminen los impedimentos burocráticos y aseguren la entrega oportuna de asistencia humanitaria y bienes esenciales en todo el país.
Solicitamos a todas las partes que permitan con urgencia convoyes liderados por la ONU y una presencia sostenida de esta organización, incluyendo personal internacional de alto nivel, en todo el territorio de Sudán, especialmente en Darfur y Kordofán, para facilitar la rápida ampliación de la asistencia humanitaria a la población necesitada.
Nos solidarizamos con el pueblo de Sudán y las organizaciones humanitarias –locales e internacionales– que están trabajando incansablemente y en condiciones extremadamente desafiantes para prestar ayuda. Es imprescindible proteger a los civiles y garantizar el acceso humanitario, así como asegurar la rendición de cuentas.
Esta declaración ha sido firmada por:
Hadja Lahbib, Comisaria Europea de Igualdad, Preparación y Gestión de Crisis
Jose Manuel Albares Bueno, Ministro de Asuntos Exteriores de España
Åsmund Aukrust, Ministro de Desarrollo Internacional de Noruega
Lord Collins de Highbury, Ministro de Asuntos Africanos del Reino Unido
Gabija Grigaitė-Daugirdė, Viceministra de Asuntos Exteriores de Lituania
Randeep Sarai, Secretario de Estado (Desarrollo Internacional), Canadá
Elsebeth Søndergaard Krone, Secretaria de Estado para el Desarrollo en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Dinamarca
Diana Janse, Secretaria de Estado para la Cooperación Internacional al Desarrollo de Suecia
Mariin Ratnik, Subsecretaria de Asuntos Económicos y de Desarrollo de Estonia
Dominik Stillhart, Jefe de Ayuda Humanitaria de Suiza y Director General Adjunto de la Agencia Suiza para Desarrollo y Cooperación
Austria, Bélgica, Croacia, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Chequia, la República de Finlandia, la Oficina Federal de Relaciones Exteriores de Alemania, la República Helénica, Hungría, Italia, Irlanda, Japón, Letonia, Luxemburgo, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia.