El principio de defensa colectiva es la piedra angular del tratado fundacional de la OTAN. Sigue siendo el principio único y permanente que une a sus miembros y establece un espíritu de solidaridad dentro de la Alianza.
Este principio está consagrado en el artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, que estipula que un ataque contra uno de los Aliados se considerará un ataque contra todos los aliados.
Artículo 5. Las partes convienen en que un ataque armado contra una o contra varias de ellas, acaecido en Europa o en América del Norte, se considerará como un ataque dirigido contra todas ellas y, en consecuencia, acuerdan que si tal ataque se produce, cada una de ellas, en ejercicio del derecho de legítima defensa individual o colectiva, reconocido por el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, asistirá a la Parte o Partes así atacadas, adoptando seguidamente, individualmente y de acuerdo con las otras Partes, las medidas que juzgue necesarias, incluso el empleo de la fuerza armada, para restablecer y mantener la seguridad en la región del Atlántico Norte.
Todo ataque armado de esta naturaleza y toda medida adoptada en consecuencia se pondrán, inmediatamente, en conocimiento del Consejo de Seguridad. Estas medidas cesarán cuando el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para restablecer y mantener la paz y la seguridad internacionales.
Artículo 6. A efectos del artículo 5 se considera ataque armado contra una o varias de las Partes, un ataque armado:
a) Contra el territorio de cualquiera de las partes en Europa o en América del Norte, contra los departamentos franceses de Argelia (1), contra el territorio de Turquía o contra las islas bajo jurisdicción de cualquiera de las partes en la región del Atlántico Norte al norte del Trópico de Cáncer;
b) Contra las fuerzas, buques o aeronaves de cualquiera de las partes que están en dichos territorios o sobre ellos, o en cualquiera otra región de Europa en la que estuviesen estacionadas fuerzas de ocupación de cualquiera de las partes en la fecha en que el Tratado entró en vigor, o en el mar Mediterráneo, o en la región del Atlántico Norte, al norte del Trópico de Cáncer (2).
La cláusula de defensa colectiva se materializa además en fuerzas que aseguran de forma permanente la seguridad de la Alianza. Éstas incluyen las Fuerzas Navales Permanentes de la OTAN (SNF), que están listas para actuar cuando se las solicite. Llevan a cabo diferentes tareas que van desde ejercicios hasta misiones operativas, en tiempo de paz como en situaciones de crisis y conflicto.
Además, la OTAN tiene un sistema integrado de defensa para protegerla contra ataques aéreos, que comprende también el sistema de defensa de misiles balísticos de la Alianza. La OTAN lleva a cabo varias misiones de policía aérea, que permiten detectar, rastrear e identificar todas las violaciones y las infracciones de su espacio aéreo, y tomar las medidas adecuadas.
Los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 condujeron a la OTAN a invocar el artículo 5 del Tratado de Washington por primera vez en su historia. El Consejo del Atlántico Norte - principal órgano de toma de decisiones políticas de la OTAN – acordó que, si se determinaba que el ataque había sido dirigido desde el extranjero contra los Estados Unidos, sería considerado como una acción contemplada en el artículo 5. El 4 de octubre, habiéndose establecido que los ataques procedían del extranjero, la OTAN acordó un paquete de medidas de apoyo a los Estados Unidos. A solicitud de los EE.UU., se puso en marcha por primera vez una operación antiterrorista - Eagle Assist - desde mediados de octubre de 2001 hasta mediados de mayo de 2002. Consistió en siete aviones radar AWACS de la OTAN que ayudaron a patrullar los cielos de los Estados Unidos. Esta fue la primera vez que los activos militares de la OTAN fueron desplegados en apoyo de una operación ¿?el artículo 5. El 26 de octubre del mismo año, la Alianza lanzó su segunda operación antiterrorista en respuesta a los ataques contra los Estados Unidos, Active Endeavour. Elementos de las Fuerzas Navales Permanentes de la OTAN fueron enviados a patrullar el Mediterráneo oriental con objeto de detectar y prevenir la actividad terrorista. En marzo de 2004, la operación se amplió para incluir a todo el Mediterráneo.