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Seguridad y otros aspectos

​A pesar del carácter, generalmente pacífico de sus habitantes, debe recordarse que Libia es un país musulmán en el que perduran tradiciones fuertemente arraigadas. Por ello, se recomienda mantener un comportamiento respetuoso con las costumbres locales, así como evitar cualquier vestimenta que pueda ser considerada inadecuada, especialmente en el caso de las mujeres. Aunque no se exija un código indumentario específico (el uso del velo o pañuelo es libre), debe evitarse llevar pantalones cortos fuera de las playas o zonas deportivas, así como de faldas por encima de la rodilla o blusas demasiado escotadas y que no cubran los hombros.

La importación, elaboración, tenencia y consumo de bebidas alcohólicas están prohibidos bajo penas muy severas. La embriaguez en lugar público -incluso de un no musulmán- está castigada igualmente con multa y pena de prisión de hasta seis meses.

Las relaciones entre personas del mismo sexo constituyen delito en Libia. Adicionalmente, las relaciones sexuales fuera del matrimonio, están también penadas por la Ley (lo que afecta especialmente a relaciones con locales, especialmente mujeres musulmanas).

En las zonas desérticas del interior, las temperaturas alcanzan medias diurnas superiores a los 40 grados centígrados en el verano. La época mejor para viajar al desierto es la comprendida entre finales de octubre y principios de abril (aunque las noches de invierno pueden ser, por el contrario, muy frías). Debido a su alta salinidad, no es recomendable bañarse en los lagos del desierto (Ubari, Ghadames, etc...). En la actualidad su visita está totalmente desaconsejada.

DROGAS: La legislación sobre drogas en Libia es severa. Tanto la tenencia como el consumo y el tráfico, están fuertemente castigados con multas y penas de prisión, incluso con cadena perpetua y pena de muerte. Los extranjeros sorprendidos en estos delitos reciben un trato igual o más duro que los locales. En concreto, las penas por delitos relacionados con drogas son: tráfico: entre 5 y 20 años, hasta pena de muerte; tenencia: entre 5 y 10 años, mas fuerte multa; consumo: multa y prisión indeterminada, dependiendo de las circunstancias.

La red de carreteras está deteriorada, habiéndose agravado recientemente su estado por los efectos del conflicto armado, la señalización es muy deficiente (y exclusivamente en lengua árabe) y los hábitos de conducción locales son muy distintos de los usuales en España, es frecuente el incumplimiento de las normas más elementales de prudencia o cortesía al volante. La peligrosidad de la conducción local, especialmente de noche, hace que los índices de siniestralidad sean muy altos, por lo que se recomienda la máxima prudencia en la carretera. Del mismo modo, los peatones deben prestar especial atención al cruzar las calles, sabiendo que en la práctica no se les otorga muchas veces la prioridad. El seguro de automóviles no está generalizado, por lo que en caso de accidente es, en general imposible, obtener reparación por los daños.

Está prohibido realizar fotografías o grabaciones de vídeo en determinadas áreas consideradas sensibles por razones de seguridad. Teniendo en cuenta que dichas áreas (cuarteles, aeropuertos, infraestructuras de comunicaciones o edificios oficiales, etc.) no están claramente definidas, se recomienda prudencia al fotografiar o filmar fuera de las áreas eminentemente turísticas. Del mismo modo, es recomendable abstenerse de fotografiar a personas -especialmente mujeres- sin su consentimiento.