Los alumnos del Cañada Blanch se presentaron al concurso con el Robot Olivia, cuyos sensores ayudan a que las personas con autismo se enfrenten a situaciones de estrés o ansiedad. Además de sus conocimientos matemáticos y de robótica, los estudiantes tuvieron que desarrollar valores como los del trabajo en equipo, la ilusión, la diversión o la inclusión. Se alzaron con el premio a mejor diseño y a mejor proyecto.