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Víctimas del nordeste VIII

Una niña sin noticias de su familia durante más de tres años por el conflicto armado: Halima Hauwa

25 de mayo de 2016
El conflicto armado entre Boko Haram y el ejército nigeriano ha sido particularmente duro con Halima Hauwa, de 15 años de edad. La joven tuvo que vivir en las montañas con otros desplazados internos durante un año después de que su aldea fuera atacada en 2012.

"Las condiciones de vida eran muy difíciles. Apenas teníamos comida, agua y un refugio donde cobijarnos durante la temporada de fuertes lluvias. Luego, nos trasladamos a un pueblo en la frontera con Camerún. Allí estuvimos otro año, pero este enero, nos atacaron de nuevo y tuvimos que huir a Camerún", comparte conmigo Halima con una voz que denota el sufrimiento que ha pasado.

En el campo de refugiados Minawao en Camerún, Halima fue capaz de enviar un mensaje a su tía, Aisha Baha, en Maiduguri a través de la Cruz Roja. Pasados unos días, recibió una foto y una carta de Aisha.

"No podía creer que hubieran encontrado a mi tía en Maiduguri. Pero fue aún más sorprendente cuando me dijeron que iban a llevarme a su casa. Estaba tan emocionada que literalmente di saltos de alegría", recuerda Halima, sonriendo.

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En Maiduguri, la tía de Halima rompió a llorar cuando un equipo de la Cruz Roja le dio la carta de su sobrina.

"No había sabido nada de Halima durante más de tres años y todavía estamos buscando a sus padres. Me he sentido fatal todos estos años sin noticias de mi sobrina, y honestamente había perdido la esperanza de encontrarla con vida", dice Aisha.

Al otro lado de la frontera, Halima estaba tomando un avión del CICR para reunirse finalmente con su tía.

"Estaba ansiosa durante el vuelo, pero finalmente me sentí serena y en paz. Pensé que nunca más regresaría a Maiduguri con mis tíos y primos. Cuando aterrizamos y vi a mi tía Aisha, no daba crédito a mis ojos. Corrí rápidamente a su encuentro y no pude contener las lágrimas", dice Halima.

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"No puedo explicar lo feliz que estamos teniendo a Halima con nosotros en casa. Finalmente hemos dejado el sufrimiento atrás. Mi familia nunca olvidará este milagro. Cuando mi esposo regresó del trabajo y vio a mi sobrina, con una sonrisa le dijo, simplemente, “te estábamos esperando para cenar…”, dice Aisha en el patio de su casa, con la voz casi rota. 

El conflicto armado en Nigeria ha causado en la población cicatrices físicas y psicológicas difíciles de olvidar, pero Halima y su familia siempre llevarán consigo el momento de su rencuentro. Un recuerdo imborrable que marcará sus vidas para siempre.

Jesús Serrano Redondo 

Proyecto de divulgación sobre la situación humanitaria en el nordeste de Nigeria y países vecinos promovido por la Embajada de España en Nigeria con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en colaboración con Jesús Serrano. 

Todas las historias de este proyecto fueron recogidas en 2015.

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