La fortaleza y dimensiones del mercado único europeo, la cohesión económica y social, el éxito de su integración y los derechos y libertades de los que gozan sus ciudadanos son la principal carta de presentación de los europeos ante el mundo.
Para España, la integración europea reviste una importancia singular, como un vértice esencial de su política exterior y como sinónimo de mayor prosperidad y seguridad para todos los ciudadanos. Hoy, España es uno de los países con mayor población y PIB del continente y confía en la UE como plataforma preferente para integrarse en un mundo globalizado.