Me las prometía muy felices porque quedaban pocos días para mi cumpleaños y tenía pensado hacer una fiesta y empezar mis ansiadas vacaciones e irme a mi Málaga natal (donde uno se lo pasa muy bien) y después a Soria la ciudad de mi mujer (ciudad donde uno se lo pasa y, sobre todo, se come muy bien). Yo trabajaba en lo que, en el Ministerio, se llama una Dirección Política o por decirlo de otro modo, geográfica, nos encargábamos de hacer seguimiento de una serie de países de una región en concreto: evolución económica, política, etc,, no voy a decir qué región era, pero sí apuntaros de que se trata de una zona importante para los intereses españoles y donde tenemos una relevante presencia.
Estaba tomándome un café a media mañana con unos compañeros, esos días eran relativamente más tranquilos y solía darte tiempo a ordenar papeles, actualizar datos e informes. Estaba relativamente tranquilo porque estaba solo: no estaba ni mi jefe directo ni el jefe del departamento. De repente ocurrió algo que no estaba en mis cálculos para un día de agosto pre-vacacional: subió a la cafetería del Ministerio la secretaria de mi jefe que me estaba llamando y “¿donde me había dejado el móvil?” Me lo había dejado en el bolsillo pero con el fulgor de café y de la conversación no me había fijado.. bajé rápidamente al despacho y me enteré de que había ocurrido un golpe de estado en uno de los países que llevábamos desde el Departamento. Sin saber muy bien qué hacer y algo desconcertado se me ocurrió llamar a nuestra Embajada en el país para asegurarme de que era cierto. La compañera que estaba al otro lado del teléfono (que también estaba sola como yo) era por suerte más veterana, me lo confirmó y me transmitió tranquilidad.
En esos primeros momentos hay muchas cosas que hay que perfilar y hacer: ¿cuál va a ser la reacción oficial ante ese golpe de estado? ¿había sido cruento o no? ¿había españoles en el país? ¿Quién lo había dado? ¿Estaba siendo secundado? Se añade que en los primeros momentos no se sabe si el golpe va a prosperar, hay siempre primeros momentos de incertidumbre, de noticias que se contradicen, declaraciones de los golpistas que dicen una cosa y del gobierno que dice otra, etc..son momentos de incertidumbre que me tocaron vivir y por suerte, tuve a mi pobre jefe de entonces (que estaba de vacaciones en Mallorca) y que con paciencia y ayuda me guió mucho desde el móvil desde el que me llamó. Dada la gravedad del asunto el Jefe de Departamento (que también estaba unos días de vacaciones, pero en Madrid) me llamó y me dijo que iba para allá.
Otra cosa que suele pasar en esos momentos es que las Embajadas, en este caso de países extranjeros en Madrid, te llaman y te preguntan cuál es la postura oficial ante el golpe de estado. En el interim de la llegada del Jefe y ante lo incierto que era todo y que en esos momentos se debe actuar con pies de plomo no sabía muy bien que decir, contestaba con evasivas: estábamos estudiando el caso, a la espera de acontecimientos, etc.
Creo que lo más surrealista que me pasó fue cuando me llamó un directivo de una compañía aérea, que estaba a punto de despegar a la capital de ese país y me preguntaba si yo le autorizaba el vuelo. No sabía qué decir, me faltaba criterio y le dije que le devolvía la llamada. Por suerte ya llegó el Director y tomó las riendas del asunto. A los pocos minutos, nuestra Embajada nos comunico que habían cerrado temporalmente el espacio aéreo y pude llamar a la empresa y comunicarlo.
Esta es una de las primeras experiencias que recuerdo de mi trabajo en el Ministerio y que creo que me marcarán. Siempre la cuento cuando estoy con amigos y me preguntan y normalmente les resulta interesante. Recuerdo sobre todo esas primeras horas de soledad con el teléfono sonando sin saber muy bien qué hacer y de lo que aprendí mucho. Estoy seguro de que un día que me encuentre con mi jefe de entonces (un bellísima persona por cierto) recordaremos esos días de manera entrañable y nos reiremos ya que por suerte al final todo se encaminó más o menos.
Aprovecho para mandaros una foto de la Paz (Bolivia), ciudad en la que estoy destinado actualmente y que no pude añadir a mi anterior post. Mirad qué vista más espectacular desde el teleférico.
Un saludo y hasta pronto.

Vista de la ciudad de la Paz (Bolivia) desde el teleférico de la ciudad