España defiende que las víctimas del terrorismo deben jugar un papel central en las estrategias anti-terroristas tanto nacionales como regionales y globales. Por ello apuesta por la adopción de una norma internacional vinculante de carácter universal que tenga por objeto específico la protección de los derechos de las víctimas del terrorismo.
La Red Europea de Víctimas del Terrorismo (NAVT), compuesta por cuarenta y dos organizaciones, es una de las asociaciones europeas más importantes en esta materia. Su objetivo principal es estimular la cooperación transnacional de las asociaciones nacionales y mejorar la representación de los intereses de las víctimas en Europa.