España ha tenido un destacado papel en la OSCE desde sus inicios, tanto por las iniciativas que ha impulsado dentro de la organización como por el gran número de españoles que participan en las misiones de observación electoral y los diplomáticos y militares que han trabajado y liderado algunas de las misiones sobre el terreno. En la actualidad, casi una treintena de españoles trabajan en el secretariado de la OSCE en Viena o en alguna de sus misiones sobre el terreno. Además, cientos de españoles han participado desde su inicio en las misiones de observación electoral de la OSCE, que vigilan que los comicios se celebren conforme a los estándares democráticos internacionales y son un referente mundial.
Entre las prioridades de España se encuentran la participación de los jóvenes en las cuestiones de seguridad, los asuntos relacionados con mujer, paz y seguridad, la lucha contra el terrorismo y la dignificación de sus víctimas, la promoción de los derechos humanos, el fortalecimiento de las instituciones democráticas y las políticas medioambientales. La experiencia de España como país líder en energías renovables ha sido también un gran motivo de interés para muchos socios de la OSCE.
España presidió la OSCE en 2007 y en su reunión ministerial aprobó la "Declaración de Madrid sobre Medioambiente y Seguridad", en la que se subrayaba por primera vez la importancia del medioambiente y los efectos del cambio climático como factores claves para la seguridad. La Presidencia ayudó a incrementar la presencia española en áreas como el Cáucaso y Asia Central, donde se intentó reconstruir las relaciones entre las comunidades afectadas por los conflictos "congelados" en Georgia, Moldavia y en el enclave armenio en Azerbaiyán de Nagorno-Karabaj. En noviembre de 2007, el Rey de España fue el encargado de inaugurar la nueva sede del organismo multilateral en el renovado Palacio Palffy de Viena.
En 2018, España ostentó, por primera vez, la Presidencia del Comité de Seguridad de la OSCE, órgano que se reúne con una periodicidad mensual para preparar los documentos en materia de seguridad que se presentaran como resoluciones a ser adoptadas por los ministros de Exteriores de los 57 Estados participantes durante el Consejo Ministerial. Durante la presidencia del Comité, el objetivo del Ministerio de Asuntos Exteriores fue la lucha contra los tráficos ilícitos -seres humanos, armas, drogas y bienes culturales- y su vinculación con el crimen organizado y el terrorismo. Además, prestó atención a la seguridad de las fronteras mediante el intercambio de información y a la cuestión de cómo afrontar el retorno de combatientes terroristas extranjeros, con un énfasis en las ciberamenazas y riesgos derivados de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Por otra parte, España se ofreció para albergar, ese mismo año, la Conferencia Mediterránea anual de la OSCE. Nuestro país también preside el Grupo de Amigos de Juventud y Seguridad y copreside junto con Bielorrusia el Grupo de Amigos de la Resolución 1540 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, relativa a la no proliferación de armas químicas o biológicas.
Representación Permanente de España en Viena