El objetivo general de la cooperación internacional para el desarrollo es acabar con la pobreza, como se refleja en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), donde coloca a la “erradicación de la pobreza en todas sus formas en todo el mundo” en una posición significativa. La Cooperación Española ha hecho suyo este objetivo y lo ha situado como elemento central de su acción, como demuestran los programas de cooperación desarrollados con las Naciones Unidas.
España fue uno de los principales impulsores de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) gracias a la creación del F-ODM, con la mayor contribución realizada por un solo donante para los ODM en el sistema de las Naciones Unidas. Gracias a esta contribución, el F-ODM ha financiado 130 programas conjuntos en 50 países, que han apoyado a casi nueve millones de personas.
Las múltiples dimensiones de la pobreza requieren una acción coordinada que luche contra sus causas desde diversos frentes. España afronta este reto con instrumentos como el Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento (FCAS), en el que ha invertido 800 millones de euros para acompañar a los países socios de América Latina en la construcción de unas infraestructuras clave para la lucha contra la pobreza, o el Fondo para la Promoción del Desarrollo (FONPRODE). Además, España participa de forma activa en iniciativas internacionales como el Fondo Mundial de lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria o la GAVI Alliance, orientados a mejorar la salud de los más desfavorecidos.
El esfuerzo de los españoles, que ya alcanza los 30 años, ha sido reconocido por la sociedad internacional, como mostró el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas durante su visita a Madrid para celebrar los 60 años del ingreso de España en las Naciones Unidas, donde reconoció “el compromiso firme y activo de nuestra Nación con la ONU, con sus valores, con sus propósitos y principios”.