La Unión Europea es una organización abierta al mundo, fundada sobre unos valores comunes de libertad, democracia, Estado de derecho y respeto a los derechos humanos. Entre sus objetivos estratégicos está la consolidación de una Europa democrática estable y unida, dotada de voz propia en la escena internacional. Las responsabilidades y la influencia de la UE en el mundo son cada vez mayores, en consonancia con su peso económico, comercial y diplomático: es la primera potencia comercial a escala mundial, cuenta con una divisa de referencia y es el principal donante de ayuda humanitaria.
Desde la firma del Tratado de Adhesión de España a las entonces denominadas Comunidades Europeas, nuestro país ha experimentado su mayor periodo de bienestar, progreso y modernidad.
Una mayor integración financiera, presupuestaria, económica, junto con una mayor legitimidad democrática, son los cuatro pilares que guiarán el refuerzo de la Unión Económica y Monetaria en los próximos años. Un objetivo que tiene por fin garantizar el bienestar económico de los ciudadanos y de las empresas de la Unión Europea.
La Unión Europea cuenta con una Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) que le permite actuar y expresarse con personalidad propia en la escena internacional. La PESC se constituyó en sus orígenes como un simple mecanismo de concertación de la política exterior de los distintos países para, posteriormente, incorporarse al acervo comunitario de los Tratados gracias al Tratado de Maastricht de 1997. La PESC se consolidó con el Tratado de Lisboa de 2009.
La construcción europea es un proyecto único que ha logrado que los Estados europeos hayan superado un pasado marcado por el conflicto y desarrollen conjuntamente un nuevo marco común de entendimiento político, económico y social. El singular valor que la Unión Europea representa, como ejemplo de superación de la división, así como de esfuerzo para la consolidación de un continente pacífico y próspero, le ha valido el reconocimiento del Premio Nobel de la Paz 2012.