La infraestructura sanitaria libia, en especial fuera de la capital, es muy deficiente, con una red hospitalaria alejada de los estándares occidentales en lo que a higiene y calidad de atención se refiere. Por ello, sí es frecuente que los libios que pueden costeárselo se desplacen al extranjero para tratarse médicamente. En el caso de los expatriados occidentales, la evacuación a Europa es la práctica habitual en caso de accidente o enfermedad grave.
Se recomienda proveerse de medicamentos en caso de tener que realizar un viaje a Libia ya que pueden darse periodos de desabastecimiento. Asimismo, en el caso de necesitar medicamentos especializados, de dolencias graves y/o tratamientos continuados, es especialmente importante seguir esta recomendación, pues ni siquiera en la capital están garantizadas plenamente, ni la existencia de los mismos, ni la regularidad del suministro.
El agua de grifo puede no estar en buenas condiciones sanitarias y a veces es salobre, por lo que resulta aconsejable beber agua embotellada, que puede encontrarse fácilmente en todo el país.