Sudán es un país social y religiosamente conservador. A la vez, en general es hospitalario y cortés hacia el turista occidental (denominado popularmente “Jawaya"). Sin embargo, la situación de conflicto actual hace que los extranjeros sean blanco habitual de ataques y asaltos con el fin de obtener dinero, documentación, etc.
Deben declararse en la Aduana las joyas y los equipos electrónicos, especialmente videocámaras, así como productos agrícolas y alimenticios. No se exige la declaración de divisas extranjeras, ni a la llegada ni a la partida, por debajo de 3.000 euros. Está prohibida la exportación de más de 150 gramos de oro o productos manufacturados con oro.
Si bien no hay registros recientes de ataques contra personas del colectivo LGBTIQ+, la homosexualidad está severamente tipificada (cadena perpetua). Lo mismo ocurre con otros actos sexuales que la ley sudanesa califica como indecentes o contrarios a la moral pública.
Sudán es también conservador en la vestimenta y la conducta social. La expresión de afecto en público puede ser considerada como conducta contraria a la moral pública, que está penada por la ley. Se recomienda vestir de forma discreta, sobre todo cuando se visiten lugares dedicados al culto religioso y zonas populares. Para los hombres, es aconsejable evitar las bermudas o pantalones cortos, considerados localmente como ropa interior. En el caso de las mujeres, se aconseja que se cubran los hombros y las piernas, si bien, habitualmente, no se espera que se cubran el pelo.
Está prohibido fotografiar lugares considerados “estratégicos para la seguridad nacional”, como instalaciones militares, puentes, grandes obras públicas, aeropuertos o instalaciones petrolíferas.
La entrada al país con animales de compañía está sujeta a la presentación de los certificados sanitarios en vigor y el calendario de vacunaciones a los servicios veterinarios en el puesto fronterizo de entrada en el país.
Se recomienda realizar las consultas médicas oportunas antes de viajar y contratar un seguro médico en origen con cobertura internacional con cobertura lo más amplia posible, que incluya gastos de asistencia sanitaria y evacuación y/o repatriación.
Transporte y desplazamientos
Debido al conflicto actual, resulta extremadamente peligroso cualquier desplazamiento en el interior de Sudán. Se recomienda encarecidamente evitar viajar en transporte público o privado y coordinar cualquier movimiento con convoyes internacionales provistos de seguridad.
El permiso de conducir internacional puede utilizarse en Sudán hasta un máximo de tres meses a partir de la fecha de entrada en el país. Posteriormente es obligatoria la obtención de un permiso de conducir sudanés.
Red de carreteras
La red de comunicaciones viarias es limitada, y gran parte de esas vías están sin asfaltar. Las lluvias, entre abril y septiembre, dejan impracticables muchos caminos. Las tormentas de arena entre los meses de abril y septiembre pueden reducir la visibilidad. Se desaconseja viajar por la noche. Se conduce por el lado derecho, aunque la prioridad se cede a la izquierda.
Fuera de las zonas urbanas, los puntos de venta de combustible están en ocasiones alejados entre sí, por lo que es necesario tomar las precauciones oportunas. Puede haber situaciones de desabastecimiento temporal de combustible, lo que conviene prever en los desplazamientos por carretera.
Existe una amplia red de transporte público, de propiedad privada, con autobuses, minibuses y taxis, de calidad muy variable y en ocasiones deficiente.
Desde el estallido del conflicto el pasado 15 de abril, el transporte por carreteras es muy peligroso, estando buena parte de ellas expuestas a enfrentamientos armados y con abundante presencia de controles militares y paramilitares. Los asaltos en estos controles son habituales y, en caso de ser víctima de uno de ellos, se recomienda evitar el enfrentamiento, entregar todo lo que se pida y cumplir las exigencias de los asaltantes evitando comportamientos violentos.
Red ferroviaria
El trasporte ferroviario es lento (velocidad máxima: 40 km/h), poco confortable y no muy fiable. Une Jartum con Puerto Sudan, Wadi-Halfa (frontera con Egipto), Al-Obayid (Kordofan Norte) y Nyala (Darfur del Sur).
No hay constancia de que desde el inicio de los enfrenamientos los trenes sigan operando con normalidad.
Trasporte aéreo
Hasta el estallido del conflicto, diferentes aerolíneas internacionales operaban en Sudán: Emirates, Etihad, Qatar Airways, Turkish Airlines, Egypt Air, Ethiopian Airlines, Kenyan Airways, Saudi Arabia, Flydubai, Air Arabia, Flynas.
Las aerolíneas sudanesas Tarco y Badr ofrecían algunos vuelos nacionales e internacionales. Hay que tener en cuenta que estas compañías tienen prohibido el acceso al espacio aéreo europeo por cuestiones relativas a la seguridad aérea.
Desde el 15 de abril, el espacio aéreo sudanés permanece cerrado y los aeropuertos inoperativos. Tan solo se habilitó el uso de la base militar de Wadi Sayyidna (Omdurmán) para los vuelos de evacuación que en el caso de España ya han concluido.