En nombre del equipo que integra el Consulado General de España en Quito, así como en el mío propio, me gustaría dirigir a todos aquellos que visitan esta página web unas palabras de saludo; palabras que me gustaría particularizar en todos y cada uno de los miembros de la colectividad española residente, así como también en todos aquellos ciudadanos ecuatorianos que a diario puedan requerir de los servicios que prestamos.
En este sentido, permítanme que les asegure que, con vocación de constante mejoramiento, el Consulado que me honro en dirigir pretende atenderles a todos ustedes de la forma más útil, más eficaz y más eficiente. Nuestra demarcación abarca las provincias de Esmeraldas, Carchi, Imbabura, Pichincha, Santo Domingo de los Tsáchilas, Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, Bolívar, Sucumbios, Orellana, Napo, Pastaza y Morona Santiago. Al mismo tiempo, la colaboración con el Consulado General de España en Guayaquil, que sirve al resto de Ecuador, es decidida y permanente.
La propia presencia de dos Consulados Generales es indicativa de la relevancia que España concede a las relaciones consulares entre nuestros países, naturalmente intensas a causa de los profundos vínculos humanos y culturales, anclados en el pasado y proyectados hacia el futuro, que existen entre nuestros pueblos.
Precisamente por esta razón, como oficina administrativa competente en múltiples ámbitos y tareas, desde la expedición de pasaportes hasta la realización de trámites de Registro Civil o de derecho notarial, la razón de ser del Consulado General de España en Quito radica en su utilidad, que en ocasiones ha de proyectarse, de manera perentoria, en la protección o en la asistencia de aquellos compatriotas que se hallen en grave situación.
De igual forma, dentro del estricto acatamiento a la legalidad vigente, y teniendo por principio la dignidad de la persona, uno de los principales propósitos del Consulado General de España en Quito es el de continuar progresando en la atención, la comunicación y la gestión en asuntos que son del interés de la ciudadanía. Nuestro deseo es el de contribuir a la relación bilateral entre España y Ecuador, fortaleciendo y no debilitando, acercando y no distanciando.
Así pues, en definitiva, espero acudan, siempre que lo necesiten, en el Consulado General de España en Quito, y espero sobre todo que su experiencia sea satisfactoria, o bien que nos ayuden con sus sugerencias para lograr nuestra propia superación.