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Osório, 10 de noviembre de 2015
Estimados nietos:
Muy queridos nietos, Gabriel, Clara e Isadora, espero que al recibir esta carta estéis con buena salud y felices. Por aquí todos bien, a D.G.
Queridos nietecitos, aprovecho este espacio que el Consulado de España en Porto Alegre, ofrece a los españoles para contar algo a sus nietos, en el Proyecto "Cartas a mis nietos" y desde ya lo agradezco.
Bueno, hoy os diré como es vivir en el Río Grande del Sul, tierra muy hermosa que nos acogió con mucho cariño cuando en 25 de agosto de 1955, salimos de España. Somos nativos de la provincia de Valencia y en esa fecha, vinimos a Brasil con mis padres, Juan y Basilisa; vuestros bisabuelos. Ha 55 años estamos aquí en Río Grande do Sul y mis papás eligieron la ciudad de Osório, ubicada en el Litoral Norte, para vivir. Hace muchos años que aquí vivimos. Y quiero que sepáis que amo esta tierra tan bella, llamada Osório. Aquí, vuestro abuelo Paulo Cesar y yo, constituimos nuestra familia y me jubilé como profesora. A mí me encanta vivir en Osório: ciudad de paisaje hermoso donde la naturaleza es impar y su pueblo acoge a quien aquí llega, muy bien. Osório, queda cerquita de la capital "gaucha", Porto Alegre, y muy cerquita de las playas. En esta bella ciudad, tenemos un excelente comercio, escuelas, facultad, plazas para practicar deportes y muchas alternativas para ocio, incluso lagunas y montañas. Aquí podemos disfrutar con alegría y bien estar, el día a día.
Este año está repleto de cosas muy importantes en mi vida; entre ellas destaco y agradezco, a la Cámara de Concejales, por haber recibido el título de "CIUDADANA OSORIENSE". Eso fue en el día 26 de octubre de este año. ! Qué honor, para todos!,
Queridos nietos, como hija de España, tierra que tanto amo y añoro, de veras que solo me resta agradecer desde el fondo de mi alma.
Termino mis palabras diciendo:
¡Viva, mi España querida!
¡Viva Brasil!
¡Viva Rio Grande do Sul!
¡ Viva Osório, querida tierra que me adoptó como hija!
Un besito para vosotros: Gabriel, Clara e Isadora.
Con cariño, vuestra "yaya",
María Basilisa Ibáñez Solaz da Silva